jueves, 1 de octubre de 2015

ávida




ávida de Sus besos, de Sus caricias, de Su deseo, ávida de entregarse. De rodillas ante su Amo, Le Pide suplicante con su mirada que la Use, que Tome posesión del cuerpo de Su esclava, que apague con Sus besos el fuego que en ella arde.

Que la lleve con Él a Su mundo, que Conquiste, cuerpo, mente y alma. le ruega que Descubra  el placer oculto que se esconde en su cuerpo. Que la Ame con calma, hasta que caiga rendida.

su Amo se acerca despacio a ella, Toma las manos de Su esclava, las lleva a Sus labios, recorre suavemente sus dedos con Sus besos, la levanta y Sus labios húmedos  hacen Suya su boca.

Hace que se desnude, mientras Se sienta en Su sillón de piel, la Observa, la Atrae hacia Él, la Apresa con Sus brazos, la Sienta en Sus rodillas. 
La respiración de su Amo en su oído es su delirio.

Le pertenece, muerde sus labios para no pronunciar Su nombre, no debe hablar, su Amo se lo ha dicho en un susurro.
 Se escapan sus suspiros, cuando Sus manos recorren su espalda. Cuando sus pechos notan un pellizco, sus pezones se endurecen, Hunde Sus dedos en su sexo, caliente, húmedo, ansioso, excitado.

La esclava no puede tocar a su Amo, esa es su tortura, Le ordena que se levante, coge la correa con fuerza y la arrastra a la cama.

Sus besos, mojan su piel, Explora su cuerpo con Su boca. El cuerpo de la esclava quiere explotar, lo tiene prohibido.
Sus labios, beben su néctar, se estremece su ser, mordiscos suaves erizan su piel.

arden sus adentros, ansiosa por navegar en Su cuerpo, entre sabanas de seda.

siente a su Amo entre las piernas, tiembla, goza, ama, quiere alimentarse de su Amor, llenarse de Su Esencia, Le da Su aprobación. Su esclava, viste Sus piernas de besos, baja hacia Su abdomen, su lengua, recorre Su Sexo erecto, lame, chupa, su boca Lo atrapa, Lo envuelve entre sus labios. 
El Amo,manda a su lengua jugar.

La boca de Su esclava, camina despacio hacia dentro, Su pene llega a su garganta, entra, sale.
Haciéndole perder el juicio mientras Juega con su pelo. Sus gemidos, rompen el silencio, llenando de Él la boca de Su esclava.


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